Mutatis mutandis

Cambia mi vida de lluvia.

Cambia de camino y cambia de sol.

Cambia mi vida que cambiar es lo mismo que ser.

Entrégalo todo a una de esas olas que de tanto en tanto

mudan y renuevan la orilla del mar.

Cámbiame que de cambiar todo lo sé.

No reconozco una sola de las células de ayer.

Ni siquiera las recuerdo.

Las he cambiado todas por la libertad de cambiar.

No te extrañe no conocerme.

Tú me cambiaste y he cambiado por el mero placer de mudar.

Tendrás que quererme como se quiere al viento,

amando su afán de cambiar.

¿O acaso tú eres todavía el viento cambiante de ayer?

¿Ese viento que cruzó las copas de los árboles, dónde está?

Cambió como tú, y cambió como yo

y como nosotros, hizo de cambiar su más dulce identidad.